Antes de empezar un negocio, es clave planificar bien. El primer paso es decidir qué actividad económica se quiere emprender. Luego, elegir entre Persona Natural, Empresario Individual o Persona Jurídica para la estructura legal, considerando las ventajas y desafíos de cada una. ¡A emprender se ha dicho!
¿Cómo organizarse para desarrollar una actividad económica?
Iniciar una actividad económica requiere no solo de pasión y determinación, sino también de una adecuada planificación. El primer paso esencial para cualquier emprendedor es determinar qué actividad económica desea desarrollar. Este ejercicio no solo ayudará a definir el rumbo del proyecto, sino que también permitirá identificar la estructura jurídica más adecuada para operar el negocio.
Existen tres principales formas de estructurar legalmente un emprendimiento: Persona Natural (PN), Empresario(a) Individual (EI) y Persona Jurídica (PJ). Cada una tiene características específicas, ventajas y desafíos que conviene analizar según las necesidades del negocio.
1. Persona Natural (PN): Operar bajo tu propio nombre
La figura de Persona Natural es ideal para quienes buscan simplicidad administrativa. Aquí, las actividades económicas se desarrollan bajo el mismo RUT personal del contribuyente. Es comúnmente utilizada para actividades de segunda categoría, que incluyen ingresos provenientes del trabajo físico o intelectual (por ejemplo, consultorías, servicios profesionales o trabajos independientes).
Ventajas:
Menores trámites iniciales.
Ideal para profesionales que trabajan por cuenta propia.
Desafíos:
El patrimonio personal no está protegido, lo que implica que las deudas del negocio pueden afectar bienes personales.
2. Empresario(a) Individual (EI): Una empresa unipersonal
Cuando una Persona Natural decide emprender en actividades de primera categoría (comercio, industria, inversiones), se convierte en Empresario(a) Individual. Este formato permite formalizar el negocio sin la necesidad de constituir una sociedad.
Características principales:
Utiliza el mismo RUT de la Persona Natural.
Requiere informar el Inicio de Actividades al Servicio de Impuestos Internos (SII).
Responde con el patrimonio personal por las obligaciones del negocio.
¿Cuándo elegir esta opción?Si estás iniciando un pequeño comercio o negocio con bajo riesgo financiero, esta estructura puede ser ideal. Sin embargo, si tu meta es proteger tu patrimonio personal, quizá debas evaluar la creación de una Persona Jurídica.
3. Persona Jurídica (PJ): Separar patrimonio personal y empresarial
Si el objetivo es asociarse con otras personas o proteger los bienes personales, constituir una Persona Jurídica es la mejor alternativa. Este formato ofrece flexibilidad y protección, dependiendo del tipo de sociedad que se elija.
Métodos para constituir una sociedad:
Método Tradicional:
Escritura Pública en una Notaría.
Inscripción en el Registro de Comercio.
Publicación del extracto en el Diario Oficial.
Este método suele ser más costoso y demorado.
Registro de Empresas y Sociedades (RES):
Plataforma digital "Tu empresa en un día".
Todo el proceso se realiza online, reduciendo costos y tiempos.
Obtención inmediata del RUT empresarial.
Tipos de Personas Jurídicas comunes:
a) Empresa Individual de Responsabilidad Limitada (E.I.R.L.):
Creada por una Persona Natural con un solo giro.
Permite separar el patrimonio personal del empresarial.
b) Sociedad de Responsabilidad Limitada (SRL):
Requiere dos o más socios.
Proporciona mayor seguridad patrimonial, ya que los socios responden únicamente con sus aportes.
c) Sociedad por Acciones (SpA):
Flexible y moderna, permite uno o más accionistas.
Ideal para proyectos con proyección de crecimiento o búsqueda de inversionistas.
d) Sociedades de Profesionales:
Exclusiva para actividades profesionales.
Ofrece beneficios tributarios como exención de IVA.
Al elegir la estructura jurídica para tu emprendimiento, considera:
La naturaleza del negocio: ¿Es una actividad de bajo riesgo o necesitas proteger tu patrimonio?
Proyección de crecimiento: ¿Planeas asociarte o buscar inversionistas en el futuro?
Capacidades administrativas: ¿Estás dispuesto a asumir mayores costos y trámites para mayor protección legal?
Recuerda que el éxito de un emprendimiento no solo radica en la idea, sino en cómo se organiza desde el principio. Consulta con un experto en contabilidad para asegurarte de tomar decisiones informadas y optimizar el inicio de tu actividad económica.